Fue viejo desde la infancia.
Carlos II, rey de España y de America, tenia mas de treinta años y habua que darle de comer en la boca y no podia caminar sin caerse.
De nada servian las palomas muertas que los medicos le ponian en la cabeza, ni los capones cebados con carne de vibora que daban de beber, ni los escapulatorios rellenos de uñas y de cascaras de huevos que deslizaban bajo su almohada los frailes que le velaban el sueño.
Dos veces lo habian casado, y ningun principe habia nacido de sus reinas, aunque ellas desayunaban lehce de burra y extracto de hongos agaricos.
Por aquel entonces, el diablo residia en Austrias, en el cuerpo de una de las monjas del convento de Cangas . El exorcista, fray Antonio Álvarez arguelles, le arranco la confesion:
-Que es verdad que el rey esta hechizado- dijo el exorcista que dijo la monja que dijo el diablo. Y dijo que el hechizo habia sido de restos de cadaver.
-De los sesos, para dejarlo sin gobierno. De las entrañas, para quitarle la salud. De los riñones, para impedirle la generacion.
Y dijo el exorcista que la monja dijo que el diablo dijo que habia sido hembra la autora del malefiicio. La mama del rey, para mas datos.
"Actas de las confesiones del diablo"
ESPEJOS - EDUARDO GALEANO
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